lunes, 24 de noviembre de 2014

Un nuevo sistema aprovecha la inercia del coche para reducir hasta un 20% el consumo





Christian Taboada, Daniel Reyes, Héctor Zapata y Francisco Pablo (2SV)




La marca sueca podría convertirse en el primer fabricante en incorporar este sistema en vehículos de producción en serie.
Hasta ahora, lo más parecido al KERS utilizado en Fórmula 1 eran los sistemas de ayuda a la recarga de las baterías, bien en vehículos híbridos o bien en modelos con motor térmico.

Aunque en todos estos casos se produce un importante ahorro energético (ya que gracias a esta energía acumulada al frenar se pueden asistir equipos auxiliares como el aire acondicionado o la radio sin necesidad de un alternador), nunca se había aplicado la fuerza acumulada en el volante de inercia directamente sobre las ruedas traseras. Y aquí es donde Volvo puede convertirse en pionero.

El KERS en cuestión está planeado para que algunos de sus modelos puedan incorporarlo dentro de pocos años. Según este fabricante, el volante de inercia podría llegar a acumular la energía suficiente para girar a 60.000 revoluciones por minuto y aplicar la potencia equivalente a 80 cv directamente sobre el eje trasero.

 Este sistema será especialmente útil al detener el coche por completo y volver a ponerlo en movimiento, como por ejemplo, al llegar a un semáforo. Aunque Volvo no dice durante cuánto tiempo estaría disponible esta 'fuerza extra', la estimación de ahorro por parte de los suecos es de hasta un 20%.
El KERS tampoco repercutiría negativamente en el peso total del vehículo, ya que está construido en fibra de carbono y apenas sumaría 6 kilos al conjunto.

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